domingo, 29 de junio de 2008

Capitulo I

Él sabia lo que hacia, era fuerte y todo lo pensaba 5 veces antes de hacerlo. En otro estado, no el normal, él lo pensaba 1 sola vez, por eso siempre cometía el mismo error, dejarse llevar.
Mañana va a ser un día espléndido, le dijo al oído, mientras le murmuraba canciones de Soho Dolls. Asistió con la cabeza, sacó de su bolsa unas revistas, y se prendió un cigarrillo.
Te mereces mucho más que esto, se que suena a ·cliché· pero es la realidad. Desganado por las malas vibras, él, se paró lo miró y solo acotó lo siguiente: "lo que pasé de ahora en adelante, va a estar planeado, todo, absolutamente todo, voy a tener el control absoluto de mis sentimientos, actos y dichos"
Eligió durante hora y media su ropa, la separó, la juntó, la combinó y se fue. Prometió volver al rato. Unos 40 minutos fueron suficiente para saber que lo que había elegido, no era lo correcto. Entre tarjetas de crédito, cash, y muchas bolsas, luchaba por pasar desapercibido, era imbécil o permanecía drogado las 24 horas del día?
Después de unas horas, arribó a su casa, encendió la música, para escuchar solo eso, y nada más que eso. Se prendió su segundo cigarrillo del día y se sirvió una copa de vino blanco.
Horas más tarde, telefoneó a todas sus amistades, que por cierto eran pocas. Le comunicó sus planes de revolución, ellas solo acotaron estupideces, él rió.
Con una mano tocaba su pelo y con la otra mandaba mensajes de texto cual oficinista cansado de trabajar hasta la madrugada.
Su noche, no estaba en pañales, recién comenzaba.

En la fotografía: Agustina Milisenda- 2007

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