jueves, 14 de octubre de 2010

Mantenlo prendido



Cuando todo más tranquilo parecía estar, el humo empezaba a amenazar. Una casi destrucción total, estallido de corazón, para ser un poco más cursi. Se caía el techo de una forma, única e inesperada. La casa había quedado totalmente negra, llenas de vibras negativas y energías entre cortadas. Una situación me había perturbado, y a mi hogar también. Volverme loco a esta edad, no solucionan las cosas, querer respirar hondo, mirar más que para adelante y saber que después de tanto humo, al final las cosas se ven mejor, con más claridad, para ser un poco más barrial, un dicho un tanto popular, no hay mal que por bien no venga. Y no pido que para que lleguen tiempos buenos y nuevos, se me prendan fuego las cosas.De cualquier forma creo que a pesar de haber quedado violeta cual Barney el dinosaurio, todo tomó un color diferente. Todo.