miércoles, 25 de noviembre de 2009

Ahora vos escribis.



(dirias algo como esto..)

Que fácil es todo, y cada vez más, las cosas se van desprendiendo solas, como que ya ni necesitamos recrear un acting de lo "vivido". Aventuras de noche, sobre un especie de set pro popular, donde todos vivian vestian y gritaban: moda. Luces de neón, marcas de tendencia y pastillitas de colores.
Entre el humo vi venir aquel especie cuasi perfecta que sólo en mis sueños existia. Me dejé llevar, opté por sweet or trick, intercambiamos. Luego del trueque, sorpresivamente esta imagen digna de la perfección humana, se evaporó. La "cosa" estaba pegando.
En el transcurso disco (cuasi high society, un poco under) - casa, mis pensamientos atormentaban mi cabeza. La música se iba apagando en mis oídos, mis ojos pedian agua, y mi cuerpo una cama. Entre tantas cosas importantes y de alto nivel, como la última música que está sonando, los cortes indefinidos que tan bien quedan, y la odisea por vestirlo todo, decidí abocarme a algo que ni ganas tenía, pero estaba en la fila, y no lo podía dejar pasar. Vos, que risa me das, sentado desde ahí creyendo en la vibra mágica que nunca va a llegar. Vos, montando tus showcitos de putita subordinada, tan desubicado. No te pongo play, no te pongo stop, te mantengo en pausa. Quedate ahí quieto, en algún momento te voy a volver a necesitar, los favores sexuales no cuentan.
La raza humana, desde cuando se dedica a sentir, desde el 90 que los aires cambiaron y todo se hizo más plástico. Tendencias del corazón, momentos coca-cola, el imaginario infantil es hasta los 12, enough.
Y habrá que regalarte para la próxima navidad una vida, quedate tranquilo, papá noel pasa por casa.
Cuanto menos decis, más hablas, te conozco lo suficiente como para poder armarte a mi gusto. Y estás por explotar, con tus sentimientos de quincianiero freak, no lo podes evitar y tenes casi 23. Y me rio, sos ridículo, me haces reír.
Mientras me arreglo el pelo y me miro al espejo por octava vez en el día, discuto con mi cabeza, que más queda, que más dá. Si realmente nada es tan importante como para dedicarle importancia. Al parecer pasaron más de 20 minutos mientras escribia, y continúo siendo feliz, como al principio. Esto es genial.

VOS

1 comentario:

Maateo Bambino dijo...

DIOS! pedazo de texto. Buenisimo sea para quien sea. mua